UN VISTAZO REFLEXIVO
Especial para Opinión Pública
“Los jóvenes de Colombia están siendo educados por programas televisivos que en su fondo, solo están degradando y cuestionando el verdadero significado de la honestidad y dignidad humana”
Imagen: https://juancarlospoo.files.wordpress.com
Abordaremos de manera breve y sencilla una de las tantas problemáticas que aqueja a nuestros niños, jóvenes y adolescentes de nuestro país.
La pregunta inicial es: ¿quién o quiénes son los que están realmente educando a los jóvenes de Colombia?
Sabemos la importancia de resaltar la vida de personajes, y rendirle homenaje, cuando estos hicieron y contribuyeron con ejercicios o labores sociales útiles para la educación de Colombia, cultura y avance sobre el desarrollo de nuestra sociedad y sus diversas culturas. Avances científicos, producción de obras literarias, invención y creación de nuevas tecnologías o metodologías para el progreso y desarrollo de la sociedad colombiana, creación de nuevos programas de televisión que incentiven al bienestar y exaltación de nuestros legados culturales; arqueológicos, antropológicos y las por qué no, sobre diversas culturas de nuestros antepasados precolombinos, etc.. Sin embargo, queda un sin sabor, por no decir que un sabor a amargo, cuando miramos detenidamente una realidad que impacta y subestima la labor de los educadores Colombianos.
En cuestión y con base a la anterior pregunta. Parece que realmente, los jóvenes de Colombia están siendo educados por programas televisivos que en su fondo, solo están degradando y cuestionando el verdadero significado de la honestidad y dignidad humana, a tal punto que parece que realmente, pueden más un grupo de novelas que tratan de la vida de personajes como cantantes con vidas desordenadas, narcotraficantes, que a su vez son antihéroes e ídolos de niños y niñas y de amas de casa, realities show que degradan y humillan a las personas en busca de dinero y fama.
El no es garante en empleo y estabilidad económica para con su gente, menos en formación cultural e información fidedigna, a pesar de tener los más altos impuestos, ya que programas sobre pandillas y enlatados, noticieros plagados de esnobismos y vacuidad, a más de un sin número de irregularidades televisivas, que en extensa lista daría vergüenza si las comparamos con la calidad de programas que incluso tienen otros países en vía de desarrollo, que sí promueven verdaderamente la cultura y el verdadero quehacer de los medios de comunicación (informar y culturizar).
La mayoría de los programas que se produce en el país, solo dejan ver que ya no vale la pena hablar, presentar ni rescatar nuestra cultura; Se está alimentando la mente, el corazón y el odio de los jóvenes que son el futuro de Colombia, con programas que solo alteran la psiquis de nuestros niños, enviándolos a una concepción de superación facilista y retrograda inundada de diálogos obscenos y vocabularios extremos que incluso se ven vivenciados en los salones de clase.
Ya el compañero no es más que un “parcero”, el dinero son las “lucas”; los muchachos ya no ven, solo “pillan”; la gonorrea ya no es una enfermedad sino un apodo, ¡por no decir más! La mayoría de nuestros estudiantes ibaguereños perdieron su dialecto, tornándolo a un acento “paisa” traído de los cabellos gracias a las narco-novelas promovidas por el mismo Estado, que diariamente dejan por debajo la imagen de nuestro país a nivel internacional. Pues puede más la desinformación y manipulación de ciertos programas de televisión que la misma educación que les están brindando miles de docentes, que con esfuerzo, y teniendo en cuenta que son de los peores remunerados a nivel mundial le brindan a nuestras juventudes. Según leyes y normativas, la mayoría de la responsabilidad de la educación de nuestros jóvenes depende de los profesores y, que son estos los principales responsables de futuro de estos chicos. ¿Realmente son los docentes los encargados de toda la educación de los jóvenes? Entonces; hay que tener en cuenta que el Estado garante y benefactor ha descuidado este aspecto y le ha dado mayor relevancia a falsos procesos de paz que ni pies ni cabeza tienen, en concordancia con el verdadero futuro y quehacer de nuestros jóvenes.
No es mentira que tenemos uno de los peores y más corruptos sistemas políticos latinoamericanos, incluso a nivel mundial. Que Colombia es marioneta y descansadero de potencias mundiales que desangran nuestro país como se viene haciendo desde la renombrada conquista y colonia europea a partir del fatídico “1492….” Todo esto y muchos más aspectos, permiten que la multiculturalidad Colombiana sea solo un romántico reflejo de una lucha perdida de clases, por lograr la igualdad y equidad nacionales, entre sus habitantes y que nuestros jóvenes ya no sean educados por las escuelas y colegios, sino por narco-novelas y personajes reencauchados como Diomedes, Marvel, una tal vendedora de rosas, y ahora que se atisban estrenos de novelas y películas sobre personajes que poco legado cultural han dejado a la nación. Peor aún si son estos los que tienen mayor atención y privilegio en horas y espacios familiares. La falta de regulación de este tipo de programas y/o novelas, ha hecho que Colombia haya perdido gran parte de su tranquilidad y de la otrora consideración de la Grecia Suramericana.
Hemos venido perdiendo identidad como país, gracias a que las “eminencias” de productores se han tomado la tarea de abandonar las maravillas que hay en Colombia, la producción cultural enraizada en la historia, el trabajo abnegado de incontables cultores, teatreros, generadores de progreso y desarrollo para nuestro país.
Somos un nación con unas de las mayores biodiversidades, en flora, fauna, geografías espectaculares bañada por diferentes mares, olvidada en su dignidad, vendida por sus dirigentes y prostituida por sus productores de novelas, con cada vez menos presupuesto para educación, salud, cultura, ciencia, mientras se despilfarra el presupuesto nacional en los particulares, haciendo ricos a terceros, que realmente desconocen el verdaderas necesidades de los que viven en las calles y hogares de Colombia.
Y Se supone que en nuestra nación la “Autoridad Nacional de Televisión es la Agencia Nacional Estatal de Colombia que tiene por objeto brindar las herramientas para la ejecución de los planes y programas de la prestación del servicio público de televisión, con el fin de velar por el acceso a la televisión, garantizar el pluralismo informativo, la competencia y la eficiencia del servicio”. Si el objetivo de esta autoridad es regular y garantizar una especie de orden sobre este medio de difusión, ¿por qué hoy en día encontramos tanta variedad de basura que desintegra y transgrede los valores humanos hasta tal punto, y sin ofender el verdadero sentido de la gastronomía y culinaria, será que el futuro de Colombia solo se verá reflejado en cantantes y cocineros, o perfectos imitadores de delincuentes, si es que ya no los vivimos en los salones de clases con nuestros estudiantes?
HEIDY JACQUELINE SANCHEZ ARIZA
DALGY VIVIANA BOLIVAR MANRRIQUE
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