INFORMACION
VS VIDA PRIVADA
En las
redes sociales y en algunos medios de comunicación no muy serios desde los
puntos de vista periodístico y ético, ha
circulado un video sobre la Vida privada
de un personaje de la Política Nacional y se ufanan allí de ser los que tienen
la primicia que les dará el tan codiciado rating; sin pensar por un momento en
la Persona o en su familia.
Es
importante que al respecto se hagan algunas consideraciones que son
contemplados desde el punto de vista de los códigos de ética periodística,
razón por la cual traigo a colación algunos apartes tomados de
La Red de Ética Segura de la FNPI:
“Tienen
acceso a la vida privada quienes por razones de interés público, deben
investigar a las personas es el
caso de los
jueces cuando autorizan
una interceptación telefónica o
de la correspondencia, o un allanamiento.
El periodista, en cambio, no es juez, ni investigador judicial, por tanto carece de la autoridad con que los jueces invaden la vida privada de las personas en busca de pruebas para confirmar inocencias o culpas.
Es aún más inviolable y estrecha la esfera de lo íntimo, que es el espacio más propio de cada persona. Aún los personajes públicos, cuya vida privada puede ponerse en evidencia si afecta de algún modo lo público con todo, ellos tienen derecho a su intimidad. “[1]
El periodista, en cambio, no es juez, ni investigador judicial, por tanto carece de la autoridad con que los jueces invaden la vida privada de las personas en busca de pruebas para confirmar inocencias o culpas.
Es aún más inviolable y estrecha la esfera de lo íntimo, que es el espacio más propio de cada persona. Aún los personajes públicos, cuya vida privada puede ponerse en evidencia si afecta de algún modo lo público con todo, ellos tienen derecho a su intimidad. “[1]
Es
cierto que el periodista ejerce o desarrolla una labor de información pero esta
no debe pasar los límites de la vida íntima y privada de un individuo, púes
como he subrayado en el texto anterior; este no es Juez, ni investigador
Judicial y por esa razón no tiene la potestad de asumir lo que no es.
Como
cita la Profesora Astrid González Nariño, en la carta pública a la
periodista Vicky Dávila uno de los
principios Fundamentales del Periodismo es el “interés público”, y en este caso
no se ve por ningún lado que el video que se expuso a la luz pública puede cumplir con
este principio ni aporta ninguna evidencia y por el
contrario puede: “….responder a la curiosidad y al morbo, produce una
forma degradada del periodismo, y una información del más bajo
nivel. Entonces no se defiende el
bien público, sino la
circulación o el rating, no se genera la
dignidad de lo humano, sino que se la ofende y destruye, que son los logros del sensacionalismo. ”[2]
Si la
información que se presentó en las redes sociales hubiese sido manipulada por
una persona sin formación academica,con muchos años de experiencia y con muchas
batallas libradas en el oficio periodístico uno podría pensar que habría sido
producto de falta de formación académica o quizás por inexperiencia ,pero en
este caso específico se nota claramente que solo se tuvo en cuenta el afán de
protagonismo y salir con una chiva que le proporcionara un rating a su programa
radial, pero así como están las cosas le está saliendo el tiro por la culata.
Ojalá que los periodistas que se están preparando en las Universidades
Colombianas tomen esto como un ejemplo de lo que un periodista serio,
entregado, responsable y veraz no debe hacer por ningún motivo.
Finalmente
por considerar que es una información de “Interés Público”, dejo la carta
abierta de la Profesora Astrid González Nariño, esta si por el modo de escribir
y de poner los puntos sobre las ies una periodista de verdad de la cual se
sienten orgullosos sus alumnos.
CESAR
AUGUSTO CAMPOS P
Presidente Asocomunicadores de Colombia
Mgr .Ciencias Sociales
Imagen: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzLU9cz8XWFQWuoRtY9peShURlu-Ugb04hounl_yiT_MlmfNpkQBC0fzYFC7BoeVwIBY1b0DsAv7wGTfkjTiJyBWYCuGXyPzRcFwiRrry3QYGzG-9HIB3e29pBEMDMPKMjR8jXcSwQ11w/s1600/图片5.jpg
Carta a Vicky
Dávila
Señora Dávila:
Ante
todo, permítame llamarla “señora” porque ni soy su amiga y mucho menos su
colega. Además soy bien educada y eso me impide llamarla como se merece. Sé, y
eso me llena de orgullo, que esta carta no será objeto de su atención, porque
no proviene de alguien que le proporcione raiting o un premio de periodismo.
Se
preguntará entonces por qué le escribo. Bueno, es simple, porque me gusta decir
las cosas de frente.
Esta
carta la comparto en las redes porque, según usted, es válido ventilar
cualquier cosa, y más si afecta la honra de las personas. Además, le soy
sincera, busco el raiting de los estudiantes a quienes les imparto clase en la
universidad.
Con
la publicación del video del ex viceministro usted ha logrado que yo pueda
citar, con argumentos, el ejemplo de lo que NO deben hacer los futuros
periodistas.
¿Cree
usted que “la verdad” es ventilar la vida privada de una persona? ¿Dónde
aprendió usted eso?
¿En
qué estado emocional estaba usted cuando determinó abrir esa puerta que lo
único que ha provocado en la ciudadanía es sentir un alto grado de solidaridad
por el señor, cuyas preferencias “personales y privadas” son asunto suyo y de
nadie más? Quizás todavía estaba obnubilada por el reciente premio de
periodismo que debería devolver. Bueno, eso es pensar con el deseo porque su
ego no se lo permitiría.
¿No
tiene usted en su familia o allegados alguien que tenga preferencias sexuales
diferentes a la suya? Yo sí, y me siento muy orgullosa de su amistad y afecto.
¿Sabe
algo de ética? Yo le podría recomendar unos buenos profesores, colegas míos,
que le pueden orientar sobre el tema.
¿Sabía
usted que uno de los principios fundamentales del periodismo es el “interés
público”? No se me ocurre en qué estaba pensando cuando creyó que una
conversación de esas podría ser de interés público, más aún cuando no aporta
ninguna evidencia de que se haya cometido un delito.
¿Pensó
en las consecuencias de la publicación del video para el ex – viceministro
sobre su persona? ¿Sobre su familia? ¿Sobre su círculo social? ¿Sobre su futuro?
No creo, pero seguramente se sentirá feliz porque logró cobrar la cabeza de un
funcionario de gobierno. ¿Está buscando un nuevo premio de periodismo por ello?
Ojalá un desprevenido jurado no cometa nuevamente ese error.
Nuestro
oficio, porque notará que soy periodista pero, repito, no su colega, es hoy una
vergüenza por cuenta de personas como usted. Hoy tomé un taxi y el conductor,
sin preguntarle, me comentó el tema del video y soltó la perla “señora, es que
los periodistas son unos hp”. Me sentí peor que un maleante y me dio mucha
pena.
No
quiero que los futuros colegas se sientan avergonzados de una profesión tan
noble, pero tan repudiable cuando la ejercen personas, como usted, que no
merecen el calificativo que han recibido verdaderos periodistas que han
ofrendado su vida por el verdadero “interés público”.
Le
reitero que no busco una respuesta, sólo espero que haya entendido. ¿Será?
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