El Sí por la Paz nos enseña que la falla de nuestra Época, consiste en que sus hombres no quieren ser útiles si no importantes.
El Sí por la Paz, enseña que la Razón trata de decidir lo que es justo. Mientras que la Cólera y la Soberbia trata de que sea justo todo lo que ella ha decidido.
El Sí por la Paz, se enseña con Albert Einstein que: “Si al comienzo una idea no aparece absurda, no hay esperanza para ella”.
El Sí por la Paz, enseña con José Martí que: “Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan la que reciben”.
El Sí por la Paz enseña con Pericles, cuando dice que: “Pues somos el único pueblo que juzga a aquel que no participa en los asuntos del estado no como indolente, sino como haragán”.
El Sí por la Paz, le enseña a los colombianos que la Patria posiblemente, es como la familia, solo sentimos su valor cuando la perdemos.
El Sí por la Paz, enseña que la Persona que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras.
El Sí por el Plebiscito nos enseña que la posibilidad de realizar un sueño, es lo que hace que la vida sea interesante en Paz.
El Sí por la Paz, reta a que hay que dejar el extraño deseo de buscar el Poder por el Poder y Perder la Libertad; por el legítimo deseo de garantizar la Participación del Pueblo en el Poder, como expresión de la Libertad Política, con igualdad de oportunidades.
El Plebiscito por el Sí de los Acuerdos de La Habana, nos enseña con Herman Hesse que: “ Los que están comprometidos en la lucha por siempre la sobrevaloran, por siempre glorifican su propia Empresa, aunque no persiguen otra cosa que el Poder Material, Brutal, Bestial… esta estúpida y antigua pelea de los ambiciosos por el Poder y de los trepadores por un lugar bajo el Sol…”, hoy tienen que abandonar esa lucha por el Poder y dedicarse a la Construcción de la Paz y la Convivencia Pacífica del Pueblo Colombiano en Defensa de los Derechos Humanos, como Derecho Fundamental.
Con el Sí con los Acuerdos de Paz de La Habana, queda claramente establecido que con el Blindaje Supralegal dado a los diálogos ya no se cumple la frase de Ferdinand Lasalle, cuando dice: “Los Conflictos Constitucionales profundos son en realidad Conflictos de Poder, disputas por establecer quien impone las nuevas reglas del juego. Los Bandos Centrales que se disputan el Poder, no renuncian a sus estrategias”.
Con el Sí por la paz de los Acuerdos de La Habana, queda demostrado, que no es lo mismo Autoridad que Poder; ya que la Mafia puede tener mucho Poder, pero nunca tendrá Autoridad porque no hace el Bien Común, por cuanto la Autoridad es Ética más Poder.
Con el Sí para los Acuerdos de Paz de La Habana, queda demostrado lo planteado por el Pensador Estanislao Zuleta, cuando dijo que: “Creo que todos tenemos un anhelo arcaico de Reconciliación Total, de encontrar una palabra incuestionable que funcione como fundadora de la realidad. Debemos en cambio aprender a apreciar el debate y el conflicto como territorio de nuestra Liberación Humana”.
El Sí por los Acuerdos de La Habana prueban lo dicho igualmente por Estanislao Zuleta en su Libro Colombia: Violencia, Democracia y Derechos Humanos, cuando plantea que: “ Se deben dejar a florar los conflictos para darles un tratamiento y eso lleva implícito el que el Estado proporcione en Espacio Legal, dónde el ciudadano no tenga Miedo a Pensar por sí Mismo y Defender sus Creencias… los conflictos no son una mala cosa, ellos deben ser la base sobre la que se levanta la Sociedad; una Sociedad no Conflictiva es algo tan absurdo como un individuo sin Angustias y Fantasmas; la Sociedad no puede seguir pensándose como una armonía de idilios sin sombras… la Teoría sobre el Tratamiento Democrático de la Diferencia y el Conflicto, a partir de Marcuse y Bobbio, al ser este el último quien le ha dado a la Sociedad Civil un papel protagónico en lo que tiene que ver con la trasformación de los conflictos y en especial de la generación de la violencia. De esta manera dice, que todo el mundo coincide en la necesidad de reformar las Instituciones Políticas: “Todo el mundo reconoce la necesidad de producir reformas Sociales y Económicas”, donde tengan prioridad las necesidades de la población:” Todo el mundo de declare que la paz es el primer propósito nacional y el Prerrequisito para que nuestra democracia resulte viable y los Derechos Humanos tengan una vigencia efectiva”… “En medio de tantas marchas por la vida, de tantas convocatorias a la reconciliación de nuestros compatriotas, que en realidad anhelan casi eminentemente la paz, hay que recordar a aquellos que tienen actualmente responsabilidades políticas, que estamos todavía a tiempo de emprender una gran política destinada a combatir la injusticia que caracteriza nuestra sociedad, e inspirada en la filosofía de los Derechos Humanos”. Los Demócratas que amamos la Paz debemos poner en practica la sentencia de Kennedy cuando dijo: “No pregunte lo que el país puede hacer por usted, sino lo que puede hacer usted por su país”.
El Sí por los Acuerdos de Paz en La Habana, hace pensar al Pueblo Colombiano que vale la pena reemplazar la máscara de la muerte, La Tortura, La Barbarie, El Secuestro, El Desplazamiento Forzado y Las Desapariciones Forzadas; por una cara llena de Esperanzas y Fundamentos Nacionales de Civilidad, que garanticen que la vida se recreé en los Campos y Ciudades; donde se cambie la cómoda posición de Observadores, Telespectadores y Consumidores de Masacres, Dolor, Horror y Sufrimiento Ajeno, que nos ha borrado La Sensibilidad, La Solidaridad y La Responsabilidad por una Pasividad e Inmunización o Miedo Petrificable.
Con el Sí de los Acuerdos de Paz de La Habana, queda demostrado que la Democracia es una forma de ver el mundo; es una Cosmovisión que prueba que todo Orden Social es Construido, que no es Natural y por eso son posibles las Transformaciones en la Sociedad, así como es posible la Construcción de la Paz por los Colombianos.
El Sí del Plebiscito por los Acuerdos de La Habana por la Paz, prueba una vez más que el Ágora Griego ha sido el gran instrumento ideado por la Democracia; allí nació una de las poderosas herramientas para poder hacer el conflicto un Instrumento Positivo y lograr que el que piense distinto de lo que yo pienso o quiere distinto de lo que yo quiero no se convierta en un Enemigo, si no en un Opositor; este fue el descubrimiento de la gran herramienta conocida como la Deliberación o Dialogo; o sea que desde cuando Sócrates y Zenón de Elea le insuflaran a la Filosofía el Concepto del Dialogo, ha sido la herramienta más efectiva para dirimir controversias del Hombre y la Humanidad, hoy a más de XXV Siglos.
El Sí por la Paz, evita que la sangre siga corriendo por el campo, para que siga su curso normal, y corra por las venas de los Campesinos Desangrados por la Guerra.
El Sí por la Paz, nos hace parodiar al Maestro Darío Echandia, cuando dijo que: “Ahora si los campesinos pueden volver a pescar de noche”; por cuanto la Paz y la Convivencia Pacífica tiene que reinar en todo el Territorio Nacional y especialmente en Las Veredas, en Las Fincas, en Las Parcelas, Corregimientos, Poblaciones, Provincias, Municipios, Departamentos, Distritos, Calles de las Ciudades, Resguardos Indígenas, Entidades Territoriales Indígenas y Tierras de Propiedad Colectiva de Afrocolombianos, Las Microcuencas, Cuencas de los Ríos, Riachuelos, Quebradas, Caminos, Senderos, Carreteras, Montes, Bosques, Cerros, Mesetas, Barrancos, Zanjones, Cañadas, Vegas, Playas, Playones, Costas del Mar, Colinas, Selvas, Montañas y Llanuras, con su Fauna y Flora, con sus Recursos Naturales, Ecosistemas, con sus Nichos y Hábitat Ecológicos y el Ambiente como Patrimonio que la Naturaleza le Brinda a todos los Colombianos por igual.
El Sí por la Paz, exige una pedagogía y cultura de paz y en términos de la UNESCO define la “Cultura de Paz”, como el conjunto de valores, actitudes y conductas basados en principios de libertad, Justicia, Democracia, Tolerancia y Solidaridad, que rechazan la violencia o procuran prevenir los Conflictos tratando de atacar sus causas, que solucionan los problemas mediante el Diálogo y la Negociación.
El Objetivo de la Cultura de Paz consiste en lograr que los valores de paz sean los que rijan las soluciones de los conflictos inherentes a las relaciones humanas. Una cultura de paz implica el aprendizaje de Nuevas Técnicas de Resolución Pacífica de los Conflictos; Donde los Objetivos de la Cultura de Paz son:
Aprender a vivir juntos.
Reemplazar la cultura de la guerra por la cultura de la paz.
Hacer la transición de la lógica de la fuerza y el miedo, a la fuerza de la razón y el amor.
Transformar las Economías de Guerras en Economías de Paz.
Reforzar la Identidad Cultural y crear aprecio a la Diversidad de Culturas.
Introducir la Prevención y Fomentar Estructuras y Comportamientos Democráticos.
Sustituir las imágenes de enemistad por el Entendimiento, la Tolerancia, La Convivencia y La Solidaridad entre todos los Pueblos y Culturas.
“La Concertación entendida como una forma de unificar fuerzas para superar situaciones de crisis y avanzar hacia la Construcción Social, Económica y Política; la Concertación enfatiza la Cooperación y es un instrumento que busca desplazar los conflictos en el tiempo y cambiar sus modalidades” (PNND).
“La Tolerancia es el aceite que lubrica las fricciones que padecemos con nuestros contradictores”. Gilbert Scheler.
“La Tolerancia es una virtud difícil; nuestro primer impulso y aún el segundo, es odiar a todos los que no piensan como nosotros”, Jules Lameitre.
“Entre todos los hombres existe una oposición natural a cualquier idea no sea la suya.” W.B.
“La Tolerancia es la manera de manejar la ternura social, no ataquemos al otro”, Luis Carlos Restrepo.
Voltaire llamaba a la Intolerancia, “El derecho de los tigres, porque no admite nada diferente en su territorio”.
“La Paz es un bien tal que no se puede desear otro mejor, ni poseer otro más útil,” San Agustín.
“Mejor es padecer la injusticia que cometerla.” Sócrates.
“Tu libertad para agitar los brazos termina en donde comienza mi nariz.” Stuart Chase.
“Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena” Gandhi.
El Sí por los Acuerdos de Paz de La Habana, dejan probado que donde no se cuenta con el Pueblo no hay Política ni Orden Social, ni sistema razonable de gobierno, ni nada justiciero respetable en el Proceso de Paz y Reconciliación Nacional.
El Sí por la Paz entierra las falacias y mentiras sobre: “La entrega del País al Socialismo del Siglo XXI, al Castrochavismo, la entrega del Campo a las Guerrillas de las FARC-EP, al Narcotráfico y a las Mafias.
El Sí por la Paz acaba con los Discursos de la Seguridad Democrática como Frente de Paz y la Confianza a Inversionista en el País, cuando la Seguridad Democrática fue una Política de Gobierno y no una Política Pública de Estado.
El Sí por la Paz, desmiente que los Acuerdos de La Habana, sean fuente de impunidad y de prebendas Políticas y Económicas para las Guerrillas de las FARC-EP
El Sí por la Paz de los Acuerdos en La Habana desmientan, que las Instituciones del Estado sean entregadas a las Guerrillas de las FARC-EP.
El Sí por la Paz de los Acuerdos aprobados en La Habana desmienten que se entregó el Congreso a las Guerrillas de las FARC-EP cuando le dio 5 Curules en la Cámara de Representantes y Curules en el Senado; pero olvidan que el Proyecto de Referendo del 06-08-2002, el Expresidente Álvaro Uribe Vélez en el Artículo 7° sobre Reducción del Congreso en el Parágrafo dice Textualmente: “Con el fin de facilitar la reincorporación a la vida civil de los Grupos Armados al Margen de la Ley que se encuentran vinculados decididamente a un Proceso de Paz bajo la Dirección del Gobierno, este podrá establecer, por una sola vez, Circunscripciones especiales de paz para las Elecciones a Corporaciones Públicas, que se realicen antes del 7 de Agosto del 2006 o nombrar directamente por una sola vez”.
Porqué se critica ahora al Presidente juan Manuel Santos Calderón, cuando lo mismo iba a hacer el Expresidente Álvaro Uribe Vélez, sólo que la Política de la Seguridad Democrática no se lo permitió; no porque no hubiera tenido las mismas Intensiones y Propósitos y recordemos lo que nos dice un Salmo: “En Paz me Acostaré, y así mismo dormiré porque sólo tú, Dios me haces vivir confiado”, (Salmo 4:8).
El Sí por los Acuerdos de Paz de La Habana, entierran la Falsa Teoría que niega sin Fundamentos Históricos, que en Colombia no ha existido Conflicto Armado, con los Grupos al Margen de la Ley.
El Plebiscito por el Sí del 1° de Diciembre de 1957, que tenía más contenido de un Referendo, tuvo como fundamento poner fin a la Violencia Liberal- Conservadora con más de 300.000 muertos, con sinnúmero de Huérfanos, Viudas y Mutilados, donde se Protocolizó el Frente Nacional y hubo una Gran Oposición del Expresidente ,Mariano Ospina Pérez, Leiva y otros, que fueron estruendosamente derrotados con 4´169.294 Votos contra 206.654 de la Oposición y hoy a casi 60 Años después recurrimos a un Plebiscito para Aprobar o Refrendar los Acuerdos de Paz de La Habana, donde igualmente se pretende ponerle freno y fin a la muerte despiadada y cruel de miles de campesinos, también con sinnúmero de viudas, huérfanos, mutilados y desplazados, donde también se ha desatado una Oposición que como en el Plebiscito de 1957, deben ser derrotados en las Urnas, para bien de la Paz que tanto anhelamos los Colombianos Demócratas, que no queremos ver más Orgias de Sangre de Gente Inerme e Inocente en una Guerra sin sentido.
La pregunta del Plebiscito hecha por el Gobierno, ¿APOYA USTED EL ACUERDO FINAL PARA LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA?
Esta pregunta está acorde con lo solicitado en el fallo de la Corte Constitucional, que prohíbe hacer Preguntas Capciosas o Sugestivas, tales como:
¿Quiere Usted La Paz o La Guerra? Sí o No
¿Quiere usted continuar en la Guerra o quiere la Paz? Si o No.
El Sí por los Acuerdos de Paz de La Habana, derrota la Mentirosa, Patrañosa e Infundiosa información a la Opinión Publica que es el Alma de los Pueblos, de que el Acuerdo de Paz se firmó entre el Presidente Juan Manuel Santos Calderón y TimochenKo, cuando este Acuerdo es firmado entre el Gobierno Nacional y las Guerrillas de las Farc-EP, como Grupo Armado al Margen de la Ley y no firma entre Personas Naturales como se pretende hacer creer.
El Sí por la Paz, deja probado que los Mentirosos más Peligrosos, son todos aquellos que se deslizan por el Borde de la Verdad y que a diario con la Mentira, le hacen mucho daño a la Sociedad, al tergiversar la Verdad.
El Sí por la Paz prueba que en el Conflicto Interno Armado del País, ni la Guerrilla podía derrocar el Gobierno y el Gobierno no podía acabar con las Guerrillas de las FARC-EP, como Grupo Armado al Margen de la Ley, porque aquí no hubo Vencedores ni Vencidos, donde ganó la Paz y la gran perdedora fue la Guerra.
El Sí por la paz le prueba a los colombianos con Bruno Bettelheim cuando dice que: “La violencia es el comportamiento de alguien incapaz de imaginar otra solución a un problema que le atormenta”.
El Sí por los Acuerdos aprobados en La Habana, le demuestran con toda certeza a los colombianos y al Mundo que: “La paz no es la ausencia del Conflicto sino la posibilidad de disminuirlos a través de los Canales Civilizados”.
El Sí por la paz para los Colombianos Avala la Esperanza como la Única Virtud que no se esfumó de la Caja de Pandora y en términos del Presocrático Tales de Mileto: “La esperanza es el único bien común a todos los hombres, los que todo lo han perdido, la poseen aún”.
El Sí prueba el Consenso Nacional por la Paz, cuando la Declaración de la Última Asamblea de los Obispos, el pasado 8 de Julio de 2016, cuando expresaron de manera directa que: “La Iglesia, que siempre ha trabajado a favor de una salida negociada de la confrontación armada para que se superen todas las formas de violencia existentes en nuestro país, ve con esperanza el diálogo que ha tenido lugar en La Habana”. “Acogemos dicen los Obispos – la Invitación del Papa Francisco, de modo que la Iglesia en Colombia, se convierta en un ´Hospital de Campaña´ que, después de una Guerra, se dedica con Pasión a Curar y Sanar las Heridas de tantas víctimas y a devolverles la Confianza en el Futuro”.
El Sí por los Acuerdos de Paz de La Habana, acaba con la Tenebrosa Zozobra donde según Harold Wilson plantea que: “Cuando los pacíficos pierden toda esperanza, los violentos encuentran motivos para disparar”.
El Sí por los acuerdos de La Habana nos ha exclamar con el Arzobispo Desmond Tutu frente al Apartheid impuesto por una Minoría Blanca cuando, dijo: “Ellos no merecen nuestro perdón. Pero nosotros merecemos perdonarlos”, Para que nuestros hijos tengan un futuro en paz.
El Sí por la Paz de los Acuerdos de La Habana, nos enseña que en la historia de la violencia en el país, es preferible una Paz Imperfecta a una Guerra Perfecta, donde en Nuestro Campo se ha dejado de sembrar el Zurco Verde de la Alimentación, para Sembrar Muertos Inocentes y Asesinados a Diario, en el Conflicto Armado Interno.
El Sí por los Acuerdos de La Habana, nos deja al descubierto lo pensado por Auchner cuando dice que: “La falta de inteligencia, la pobreza y la carencia de educación son los tres factores de los crímenes”.