CUESTIONES QUE OCURREN Y OCURRIRÁN
“Si buscas resultados distintos no
hagas siempre lo mismo”. Lo dicho por Einstein debería ser frase de
cabecera del político (“gestor de cambio”, según él) para no ejercer más
de dinosaurio de la historia y actuar como impulsor de modernidad y
progreso. Lo digo porque en la región están ocurriendo y ocurrirán
hechos tozudos que, así parezcan normales, frenan el cambio. Ejemplos:
Ocurre ahora: Al Tolima está
llegando la más variopinta gama de barones electorales del DC y llegan,
como Virrey a su colonia, a “poner orden al barullo”. Ellos bien saben
que sin solvencia ideológica, proyectos políticos propios y serios y
lideratos sólidos, las “fuerzas políticas regionales” son caóticas,
amorfas y torpes para reflexionar, dialogar, acordar y darse reglas
democráticas.
En metáfora pecuaria digo que,
aunque posee excesivo terneraje ávido de lactar, mi región parece un
ancho y rico potrero sin linderos ni cercas, invadido por vacas
sagradas, golosas, gordas y flacas, venidas de potreros vecinos. Esa es y
será la constante de nuestra realidad económico- política y revertir
tan inicua situación (hacer el cambio) no se hace reeditando vicios sino
ganando descentralización y autonomía regional, pero, acéptese, este
objetivo sólo se consigue con niveles positivos de autoridad ideológica,
peso político específico y poder de decisión electoral.
Ocurrirá: Depurada la legión de
candidatos y sabido quienes aspiraran a ser Gobernador o alcaldes vendrá
un alud de foros. Cada ente gremial, educativo y social organizará el
infaltable foro para plantear a los candidatos temas funcionales y
obvios y lograr respuestas predecibles y ligeras. Digo, en “metáfora
culinaria”, que el libreto convencional de un foro asemeja a cuando uno
llega a un asador esquinero y ambulante y pregunta a la parrillera:
Doña, ¿están buenas las arepas?
En foro preelectoral el candidato
debe parecerse a Petete y su libro gordo, pues, sabiendo que él
(generalizo) poco sabe, se le exige que todo lo sepa. Del presidente, en
teoría, esperamos virtudes de estadista, virtudes que igual esperamos
del gobernador y alcalde y, por ello, el quid del tema no es comprobar
si el candidato forista es apto para desempeñar funciones de secretario
de despacho, tesorero o tapa huecos, lo vital es saber con certeza si el
departamento o municipio “le cabe en su cabeza”, cuál es su visión de
futuro y visión estratégica de largo plazo, cuál su carácter, cuales sus
valores éticos, cuál su razonable acervo intelectual, cuál su capacidad
de convocatoria, cómo escogerá funcionarios idóneos y cómo aplicará
principios de participación e inclusión.
Permítanme invitar al promotor de
foro preelectoral a examinar talento y rectitud del elegible usando esta
atinada sentencia: “no hay respuesta mala, sino pregunta mal
formulada”. Se Eligen gobernantes para confiarles las riendas del
futuro, no para agradar a virreyes y caudillos y por ello fastidia que
el centralismo decida hasta el actuar político regional y que nosotros
veamos tal desafuero como normal, pues ello, sumado a la poca exigencia
de valores, visión e idoneidad del candidato promedio, causan
disparates, ineptitud, corrupción y fragmentación social.
En política, economía, gremios,
planeación, educación o cultura, todo centralismo o línea de conducta
que “sólo venga de arriba”, ofenden la inteligencia regional, anulan el
peso político y auxilian la evasión de responsabilidad en la
construcción de nuestro propio destino. El Tolima será invisible,
olvidado, saqueado, asolado ambientalmente y vejado por poderes ajenos,
hasta cuando decida su orientación territorial, social y económica e
instituya su propia democracia. Ser nosotros mismos es la lucha que
todos debemos librar desde la esquina política de cada quien.
ALBERTO BEJARANO ÁVILA
Ibagué, Colombia
Ibagué, Colombia
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